John M. Dorian [LIBRE]

John Michael Dorian
Thomas Michael Fletcher



Edad:
24 años.

Grupo:
Freak.

Orientación Sexual:
Heterosexual.

Personalidad:
F-R-E-A-K. Freak. Si le sacas de sus libros de manga, de sus películas de Star Wars y de su colección de chapas. Se pierde. No sabe nada que no sea de ese mundo, le cuesta muchísimo intentar ser sociable, no porque no le guste la gente, sino porque él no es como los demás. Directamente piensa que él es extrovertido, y son los demás quienes tienen introversión hacia él.
Él es llegar de algún lugar, ya sea de comprar el pan, ¡o de haber ido a comprarse el Cataclysm! Y se sienta a jugar al WOW. Cree que el mundo es mucho más real allí dentro, que fuera, donde los pajaritos cantan, las nubes se levantan y todas esas pamplinas que él considera estupideces. Aficionado a la música, su género favorito es el rock alternativo, e intenta asemejarse pero… Aunque parezca increíble, ese look a lo Darth Vader, le sienta muchísimo mejor.

Historia:
De la gran ciudad de Londres, hasta el barrio de Beuamont Crescent. John creció como un niño muy diferente a los demás. No jugaba al futbol, no hablaba sobre las últimas novedades en juguetes de coches. Nunca. A él le gustaba su videoconsola, sus videojuegos y todo lo que tuviese que ver con el mundo virtual. Y sí algo fallaba y no podía jugar, se metía en su cuarto a leer las mejores colecciones de comics que había en aquel momento. Digamos que, ya desde pequeño dio esas señales de freak y de ser el rarito de turno.
Con el paso del tiempo, esa cualidad de alejarse del mundo fue aún más potente. Participó incluso en la competición de los mejores científicos como el capitán de el Club de Ciencias de su instituto, y como era de esperar, lo ganó, puesto que se pasaba mañana, tarde y noche encerrado entre sus libros para aprender cuanto más mejor.
Tras unos años de ser el más admirado por los de su grupo, y la mayor victima de los jugadores del equipo, John se convirtió en un apuesto hombre que no cesaba de ser como era. Él no iba a cambiar en ningún momento le pagasen lo que le pagasen. Él tenía una manera de ser y punto pelota.
De aquella manera se metió en la Universidad del pequeño barrio donde vivió desde pequeño, para estudiar informática, más bien creador de juegos para ordenadores. Se saco la titulación en esta curiosa carrera, y ahora está encerrado en un estudio de su modesta casa para conseguir sacar buenos juegos que sean un exitazo, cual juego de Blizzard con los que él se pasa las horas jugando.
A pesar de todo esto, y de manera increíble, consiguió hacerse un hueco entre una peculiar pandilla. Gracias a su celebrito, les servía para varias cosas, y de esa forma fue el encargado en diferenciar las drogas que sus amigos se tomaban para conseguir que no acabasen medio muertos. Ah, y para medio muertos, puede recordar la noche en la que tuvo que escapar del famoso asesino en serie, donde huyo corriendo y gracias a las tácticas de la Horda, consiguió darle esquinazo. Aquella situación repercutió a que estuviese durante semanas, encerrado en su casa, con llave y muerto de miedo.

Otros datos:
#. Su mayor miedo es que se le vaya la luz en medio de una Raid.
#. Tiene cierta curiosidad por saber si al mundo le gustará un loser con una guitarra.
#. Aunque él es nacido en ciudad, cree que los de Londres y demás ciudades grandes, son unos auténticos perdedores.

Relaciones predeterminadas:
Carlota E. Mendiguren - Buenos amigos, protegidos mutuos, atracción, amor prohibido.
Charlie L. Johnson – Mejores amigos, compañeros de fiesta, amo joderte.
Alexander D. Williams - Confidentes, mejores amigo, compañeros de fiesta.